EXPLICACIÓN DE LA INCOMPATIBILIDAD
Prácticamente se debe a que las vías energéticas son distintas y el músculo trabaja de forma distinta también. Si quieres estar al 100% de tus posibilidad y capacidad máxima debes elegir, si no no lo alcanzarás.
CONTRACCIÓN MUSCULAR
Volumen muscular: Para una mejor ganancia de volumen muscular la contracción debe ser lenta, de esta forma el tiempo de tensión muscular es mayor y más cerca de los estático que lo dinámico, provocando una constricción (parcial) de los vasos sanguíneos y produciendo un aumento transversal de las fibras musculares.
Resistencia aeróbica: Para mejorar en esto la contracción muscular debe ser rápida y dinámica, además de rítmica y cíclica.
CARGA EN VOLUMEN
Volumen muscular: Las repeticiones suelen estar entre 6 y 12, y el número de series entre 4 y 6. Con un descanso entre series de 3-4’.
Resistencia aeróbica: El volumen se suele contar por tiempo porque son ejercicios muy repetitivos y duraderos en el tiempo, como la bici, correr, nadar, bailar, etc… y sus métodos de entrenamiento como el muy conocidísimo HIIT aunque son más breves también se miden por tiempo, porque son acciones muy repetitivas y numerosas.
CARGA EN INTENSIDAD
Volumen muscular: Se usa un peso y carga de al menos el 70% de tu 1RM, para que haya una estimulación significativa y cuantificable.
Resistencia aeróbica: La intensidad suele ser ligera, entre el 60% y 75-80%. Por debajo del 60% no se mejora, sólo sirve como mantenimiento, y por encima del 80% pasaríamos ya a un entrenamiento cada vez más anaeróbico, es decir, menos aeróbico, y nosotros no estamos entrenando eso.
OBTENCIÓN DE ENERGÍA
Volumen muscular: Para ello obtenemos la energía principalmente del glucógeno acumulado en nuestros músculos, lo que llevará a un vaciado de sustrato en ellos que luego habrá que reponer mediante buen consumo de Carbohidratos y Proteínas (para regeneración correcta de tejido muscular).
Resistencia aeróbica: Se obtiene la energía del Oxígeno, mediante la Oxidación. Por ello nuestro corazón acelera el ritmo, para impulsar más Oxígeno a nuestros músculos los cuales lo demandan continuamente.
Hay que tener claro que el trabajo a una intensidad ligera como podría ser el de resistencia aeróbica (hablo en general, salir a correr a trote durante un largo tiempo, dejando de lado el HIIT, fartlek y demás sistemas) consume Oxígeno, lo que lleva a una pérdida de grasa la cual se consume en el proceso de obtención de energía, también al cabo de unas horas y se empieza a consumir proteínas de los músculos y por ello su volumen. Por ello un maratoniano o un triatleta es una persona delgada y atlética.
Cuanto más aumenta la intensidad del entrenamiento el cuerpo necesita una energía más rápida como el glucógeno, la cual se obtiene a partir de la glucogenólisis y después de la glucólisis, mediante un trabajo anaeróbico. Por ello un culturista o halterófilo es una persona voluminosa y grande.
Y no le pidas a cada uno que haga el trabajo del otro, porque no lo harán nada bien, porque cada uno es bueno en lo suyo o en lo que al menos uno quiere. Persigue tus objetivos, la distancia entre el querer y el poder se acorta con el entrenamiento. Si quieres puedes, ¡y punto! 😉